miércoles, 29 de febrero de 2012

De tono, peladilla.

No me importa que te vayas a Londres. Bueno, sí, pero que sepas que es complicado perder a tu sombra, créeme. Que hay locos y hay locos, y luego estoy yo, trece pasos más allá. A ver, que sepa dos palabras en portugués no implica que no podamos irnos a Cádiz a ver pasar la vida tranquilamente, o que gastemos lo que nos quede en Las Vegas. Créeme, por mucho que te me escapes a Londres no vas a librarte de mí tan fácilmente. Porque una cosa es el tema ese tuyo de los banquillos y el otro el del fútbol. Que sólo con pasión por la bola no se gana, y eso lo sabes tú muy bien, Napoleón, estratega. José, al fin y a cabo, o Johan, en el Chivas, que no en Londres. Pero eso, que siempre mi irmão podrá sacarme de problemas, en cualquier campo o en Portugal (mi infame dominio del portugués lo suplo con un inglés aprendido allí donde quieres irte). Que desde Bilbao hace frío, y, bueno, no somos tan diferentes después de todo. Yo veo mejor haciendo el pino, o ajustándome las gafas, tú desde los banquillos. Aunque el loco necesite cordura, y el portugués un loco. Por mí, encantado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario