viernes, 10 de febrero de 2012

EnfadosdeSolnº3

Quizás fue ese año, ese en el que llovió tanto; el año que en teoría te prometí; las poesías que nunca escribí por falta de rimas, y todos los demás versos y cosas inservibles que forman una pila de papeles alta y fría junto a lo poquito que queda de mi. Porque hubo sólo una vez en la que te sentí cerca, y ése finísimo hilo de cristal se rompió. Ahora te veo vestida de azul y me entra la envidia del ciego, que no ve lo que quiere. Me falta fe, pero no estoy tan desesperado como para rezar por ti a la Santa Pena. Y el caso es que una vez llegamos hasta a estar de acuerdo. No sé, una mirada cómplice, algún choque en el pasillo. Alguna sonrisa. Y digo sonrisa porque no sé si era eso, o una mueca depreciativa.

Tus pupilas heladas me miran ahora, y se me clavan. Antes sabía qué hacer para que giraras la cabeza sin dejar de mirarme, una mirada que me hablaba y me guiñaba el ojo; una mirada que nunca supe interpretar. Y ahora es sólo eso, frío, miradas que me echas como si miraras a la pared. Pocas me han echo perder la cabeza, si no estaba ya loco antes; pero no quiero que esta locura te sirva de espejo, causa, efecto y excusa, ni que finjas que no estabas mirando, que no lo sabías.

Quizás fue ese año, ese en el que llovió tanto; ese que te prometí. Error de cálculo. Al final resultó que no fue ese. Tenías tú razón.

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