Marcelo era un niño que tenía uno bolita dorada de sueño, su tesoro más preciado, su sueño. Un día, ése sueño desapareció. Ya no estaba, y Marcelo se puso muy triste, pero lo buscó. Lo buscó y buscó, y subió y bajó para encontrarlo. Rozó el cielo tocó el fondo del mar. Pero su sueño no apareció.Y ese niño dejó de ser un niño, y creo que aún hoy sigue buscando esa bolita dorada. Hasta que la encuentre. O encuentre otra. Quién sabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario