Y fue en ése momento cuando vi que, bueno, que eras tú, pero que no eras mía. Y no me di cuenta, pero algo dentro se me rompió, algo que había estado ahí sin yo siquiera saberlo. La sonrisa voló de mis labios para posarse en los tuyos, dejándome huérfano de alegría; y todo dejó de tener sentido. Lo de siempre, vamos, pero esta vez en serio. Me juré a mí mismo tomarme la vida menos en serio y disfrutarla más, porque las peres cosas llegan gratis y sin avisar, e incluso llegué a prometerme que te olvidaría, tiempo al tiempo, pero todo quedó en eso, en vagas promesas.
Conseguiras olvidarla, claro que si y la sonrisa volvera a volar hasta tus labios, como p,ajaroq eu emigra pero siempre vuelve, tarde o temprano :)
ResponderEliminarPasate por mi blog!
Seguro, pero mientras, me dará juego:)
ResponderEliminarCuál de los dos? ajajaj