martes, 24 de abril de 2012

Errores matemáticos

Las pequeñas motas de tus ojos fueron el principal causante de mi locura. Si alguna vez los miré sin recordar cuánto te quería ( y querré), es que miento, y todo lo demás es papel mojado, y mentimos más de lo acordado, y no hace falta que sigas leyendo.

Y mirar fue más que un mero hecho, y los besos callaron los silencios. La sonrisa vagabunda que aparecía en tu cara de cuando en cuando me inspiró más de una canción. Si hubiera sabido lo difícil que iba a ser cantarla en tu ausencia, no resonarían más los acordes, igual que el eco de tus tacones, el bailoteo de tus uñas mientras esperabas el café.

Oh tu piel, tu piel y tu pelo a juego. Los lunares de la espalda que recorrí tras derretirme. El bonito mirar que hacían las sombras de las sombras mientras me perdía en tu mirar solapado. Creo que nunca fui capaz de descifrar tu mirada. Quizás es que no decía nada, y yo hice el tonto todo el tiempo. O quizás fui yo, que estuve lento de reflejos. El caso es que no me cuadra la nota que dejaste en tu lado de la cama. "Te quiero, por eso me voy".

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