lunes, 30 de enero de 2012

SunConffesional (el monstruo, la oscuridad y el miedo).

Hoy sí que se pone el Sol cuando debe ponerse. Ya vuelvo a la normalidad, boca abajo y borroso es como debe estar todo para que no me encuentre incómodo. Lo de la Navidad no iba por ti, Barchu, iba por Eme y las estrellas. Y es que últimamente pienso mucho y, ¿sabes?, pienso que la regla de imposibilidad del fenómeno sigue vigente sobre mí, allí arriba, donde se mezclan colores y estrellas, y sueños de esos de medio cigarrillo. Y, la verdad, estoy sorprendido, pensé que no haría tanto Sol en invierno, finales de Enero; y llegué a pensar también que no estaría tan confuso por Eme. No es roto (todavía no soy tan accesible), pero sí que siento vacío allí donde dices que algún día habrá algo. Y sí que le tengo miedo a la oscuridad. A eso y a que algún día se me rompa la porcelana de las ilusiones, las idas y venidas, los besos fríos y los abrazos rotos. Estoy pensando en irme una temporada a la orquesta del Titanic, allí donde se ponga el Sol, para darme cuenta de que todo se acaba y que todo empieza cuando menos te lo esperas. Pero vaya espinita. Eme y las estrellas, sí, es eso. Será eso. Fue eso. No sé. Pero gracias por sentarte al ladito del diván de mi conciencia y leerme tan atentamente como me escucharías, estoy seguro. Lo malo es que no sabré pagarte cuando me pases la factura, y no creo que un abrazo  sea suficiente recompensa. Creo, tú dirás.

1 comentario:

  1. Me vale con un buen abrazo, y unas tardes charlando como buenos amigos:)

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