Cuando sólo era una niña, ella quiso el mundo.
Pero voló lejos, escapó, y a dormir.
Y ella soñó un paraíso.
Bueno, no está mal. Pero cambiemos el sentido de la historia. Sin embargo, no me gustan los cambios, me desorietan. Un ocho que es un catorce, pero que es un quince. Joder, es irremediable, me pierdo. Los locos bajitos, siempre quise llamara así a una banda. Pero aquí el único loco soy yo, que desvarío y veo el mundo al revés completamente derecho, y de cuclillas mejor que si estoy sentado. Soy una especie de eso, de personaje secundario, siempre ahí, siempre constante, siempre saltando e intentando sonreír. Pero aquí quien manda manda, y mi capitán no me perdonaría que no embarcara hoy también, allá voy señor. ¿Smee es un futbolista? ¿Quién da las ruedas de prensa? ¿No era que Alemania y Kaka`...? Joder, ya estoy otra vez. Me voy a gritar un rato por ahí, a ver si me aclaro. La última vez me puse enfermo en nochevieja, eso es una pista. En fin. Al menos, soy inconfundible, de ello estoy tan seguro como que las carreras me las pego cuando mis treinta (15+15) me necesitan. O necesiten. Quién sabe, este escenario es jodidamente grande y algo peligroso, es cambiante, es misterioso. Y supongo que necesitaréis alguien que conozca esas trampillas, algún loco cuerdo que os lleve entre bastidores. Y ese soy yo.
So you can hurt, hurt me bad...
Ahora sí, ahora si suena una canción que a uno no le gusta y a otro le apasiona. No se, nunca encuentro el punto en común de ambos, a veces creo que soy yo, menos tranquilo que el sabio, más calmado que el portugés. Pero son mis (aunque suene raro), locuras, es mi manera de entender una obra, un papel y una vida que se me ha dado sin aisarme. Pero para entenderla mejor os tengo a vosotros, quién sabe, quizá esté haciendo el gilipollas-suspiro de autocmpasión-, pero sigo diciendo que es bastante más fácil con vosotros. Aunque me desoriente más y más, no necesito brújula. No olvidéis a un viejo león inglés loco de cuclillas del País de Nunca Jamás, y dejadle , al menos, un caramelo debajo de la almohada; seguid haciendo que sueñe este viejo chiflado.
Porfa.
Aunque me quites el sueño, sin ti no duermo, loco (LL)
ResponderEliminarPues que sepas que sigue siendo verdad, aunque te empeñes en que he dicho cosas que sabes que no he dicho. No escribo mentiras.
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