sábado, 1 de octubre de 2011

Me la suda, soy así.

Fumaré hasta que encuentre algo mejor que hacer, me reiré de los que no saben hasta que me duela, y seguiré bebiendo hasta que me deje de dar juego con lo que escriba. Al fin y al cabo, no merece la pena perder el tiempo en sentimientos vacuos, o sonrisas con fechas de caducidad. Me gusta estar en la cuerda floja, es bastante estimulante saber que los que te empujarían serían los mismos que acabarían recogiéndote.

También pienso seguir viajando lejos, buscando algo que no acabo de saber lo que es. Tan sólo necesito una guitarra y mucho tiempo para gastar. Pienso cantarte a solas hasta que me canse, pienso escribirte canciones mientras seas tú las tildes, y pienso seguir echando de menos lo que nunca llegué a tener. No creo que el mundo necesite a otro como yo en mucho tiempo, pienso dejar huella. Éso sí, mientras no cueste trabajo. Tampoco creo que tú realmente necesites a alguien como yo. Nunca dejé huella, y creo que así fue mejor. Ahora septiembre se ha ido, y a mí me quedan cartuchos que gastar, huesos que romperme, vasos que estrellar contra el suelo, y cigarros que fumarme. Lo siento.

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