Vamos a ver, sirenita mía. Tu pelo no es rojo, tu cola no es de esmeralda. Aún así, eres una sirena. No, no porque huelas a pescado, NO, tampoco. ¿Te lo cuento?. Verás, es porque cantas a mi oído cuando las cosas se tuercen. Yo tampoco soy un superhéroe, la capa de Superman me queda ancha aún, y soy demasiado irresponsable como para tener superpoderes.. Perdona, me pongo nervioso escribiendo estas cosas, y me desvío, desvarío, y me...
Sé que cuesta despertarte por la mañana y que una piedra se hunda en el alma justo al recordar que éste y el otro y el otro y el de más allá están de tal manera ,injustamente, contigo. No es demasiado rentable quedarse mirando a los fantasmas, porque siempre se van cuando sale el sol, y ten por seguro que sí, que eso siempre pasa. Paco Castelló así lo asegura, es algo obvio. Pues eso. La parte más fría y más oscura de la noche es justo antes de que en el horizonte se dibuje una línea de luz. Además, los amaneceres son bonitos, con su sol ahí subiendo y los pájaros cantando; y llevar sudaderas para engañar al frío y al miedo es precioso. Y si además le sumamos a éso unas caritas de sueño y unas ojeras mal disimuladas, camino al tuto, es magnífico (sarcasmo). ¿Sabes?, mi sueño más inconfesable es ver nacer un amanecer contigo, sin hablar, sólo mirando. A veces, creo que un gesto de amistad sin palabras vale más que diez mil frases. Y éso lo sería, y se triplicaría si fuera debajo de unas mantas, en mi azotea, y con un Cola-Cao calentándote las manos ateridas.
Pues eso, querida, no siempre se puede ganar, pero tú déjame curarte las heridas a base de sonrisas y una labia impecable, pulida con los errores. Déjame ser tu amigo del alma, tu hermano. Sabes que puedo, soy demasiado imaginativo, demasiado poco malo, no soy un macarra, por eso me escondo detrás de las gafas Rayban de sol, pero sabes que compenso mi falta de atracción física con una sonrisa perfeccionada a base de palos. Además, las gafas de ahora me dan un toque de ingenio (inexistente, por cierto). De todas formas, ya te digo, soy pobre pero rico, necesito muy poco para ser feliz, alguna farsa de ésas. Y unas de las pocas cosas que me hacen falta es una foto nuestra con cara de bobos, una sonrisa de ésas tuyas tan conmovedoras, mezclada con el brillo especial de tus ojos, y un abrazo. Con éso tengo ganado la mitad. No necesito sueños imposibles, tengo la arena del sur en la mochila, las postales de nuestros viajes reservadas para cuando vayamos, y una imaginación irritante. Por eso, déjame intentarlo, déjame ser tu hermano pequeño, el bajito, el de las gafas, el feo, el de las sonrisas ideales en los momentos precisos, el que escribe inspirado por tu voz.
"El frío y el invierno son preciosos; déjales habar; bailemos."
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