Pero, como reza la primera frase de éste (otro de los muchos) blog, no todo es malo. Ahora sé que hay algo más frío que el hielo que se derrite en mi vaso, mezclándose con lo que queda de Brandy. También sé que no es bueno vivir recordando cosas tristes, ni cosas alegres; en definitiva, no es bueno vivir recordando, porque ya en el sólo hecho de recordar hay algo triste, oscuro, que no es sino que eso que recordamos ya no está, que pasó. Por eso recomiendo sonreír aunque el espíritu te falle, y beberte las penas con ron, que así pasan mejor. Y bailar descalzo cuando hace frío, y cantar desafinando que siempre te quise y siempre te querré. Y si la gente envidiosa intenta desestabilizarte, pues tú juega a ser equilibrista en la cuerda floja.
Y jamás dejes que el invierno, ni los recuerdos fríos, tejan su bufanda blanca alrededor de tu sonrisa. Porque no hay nada más bello que despertarse por la mañana y sonreírse a uno mismo,por encima del sueño, el cansancio, la resaca, las ojeras y las legañas. Bueno, sí lo hay. Pero ahora no caigo.
Ah, ya se me olvidaba! Y que vivan los idiotas;)
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